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Esteroides Anabólicos: Menos es más

febrero 12, 2020
esteroides anabólicos

Ajusta tus dosis y reduce riesgos

Cuando usamos esteroides por lo general buscamos un aumento de la masa muscular que no logramos de manera fisiológica. Por tanto acudimos a la Testosterona exógena y sus amigos.

Una vez entramos en el mundo de la «Vitamina S», vemos a atletas, artistas, youtubers e incluso amigos que usan altas dosis con buenos resultados aparentes, de hecho, más «exitosos» que quienes usan dosis más bajas.
La trampa aquí está en que los roids no solo son esa maravilla sintética que nos permite llevar nuestra masa muscular a un nivel superior, sino también son sustancias que producen grandes «desajustes» en nuestro organismo.
Estos desajustes no siempre son visibles, como el daño hepático inevitable con el uso de esteroides, y que con dosis «de caballero» puedes evitar.

Cada vez que usas testosterona exógena en cantidades supra fisiológicas, tu cuerpo sabe perfectamente que hay una sustancia nueva dando vueltas en el organismo. Cuando esto pasa hay siempre una reacción, y es esa reacción la que debemos controlar, y mientras más alta es la dosis, menos control tenemos.

Cuánta dosis de esteroides usar

La respuesta a esto es muy relativa. Por ejemplo un chico de 20 años me hace la pregunta le diría; Cero.
Las dosis a utilizar son algo muy relativo, de evaluar con un profesional en lo posible, y de tomarse muy en serio.

No olvidar: Menos es más

Si tu objetivo es maximizar tu entrenamiento, usar testosterona con fines estéticos, no eres un competidor profesional o tienes objetivos profesionales específicos, NO necesitas altas dosis de testosterona.
Si usas dosis bajas, incluso más bajas del estándar que se entiende por bajas, haciendo las cosas bien, entiéndase por; Dieta, Ejercicio, Descanso, etc… verás resultados impresionantes igualmente y tu eje se recuperará mucho mejor y más rápido. Estas dosis generan menos desestabilizaciones en el organismo, por lo que también será necesario menos fármacos para contrarrestar los efectos secundarios, lo que incluso se traduce en un gasto menor de dinero.